Estuve
ausente de mi blog por varios meses.
Créanme que escribir es una terapia
especial que me ayuda a escapar de mi locura y reírme de mi misma. Y hoy
necesito esto. Por eso, acá estoy. Me propongo hasta fin de año darles un
update de lo sucedido, para que puedan acompañarme en este momento de “Se
Termina el año y es época de balances”.
Vamos
a empezar por los hechos. Me esguincé! Mi tobillo derecho, again! Y acá estoy,
con mi venda elástica, mi patita para arriba y la bolsa de hielo. Muy patética
la imagen por cierto. Esto es un deja vu
de hace 5 años, cuando en esa maldita escalera mi pie se resbaló y mi tobillo
se hizo forma de mortadela. Esta vez fue mas leve, pero igual, la recuperación
es lenta y tediosa.
Más
allá de los contratiempos que genera una lesión, y del cambio en la rutina,
estoy en un momento de mi vida que todo me altera. Se acuerdan cuando
aprendíamos matemáticas y nos enseñaban que el orden de los factores no altera
el producto. Bueno, en mi caso, esa regla aritmética no se cumple. Me encuentro
a 1 mes y medio de la boda, un evento que se planifica con mucha anticipación,
que muchas cosas giran en torno a ello, y se invierte energía, dinero y
especialmente muchas emociones en él. La cuenta regresiva empezó. Y yo estoy acá,
inmóvil, sin poder ir a mis juntas para decidir las flores, las canciones, los
colores, y no poder hacer gimnasia, cosa que me quita el estrés físico y
mental. Además, Uds saben que las mujeres antes de casarnos queremos estar
impecables, y hacemos dietas, tratamientos, hasta si es necesario recurrimos a
técnicas de hipnosis para estar flacas y bellas, pero bueno, yo no puedo
hacerlo ahora. Entonces: fermez la bouche en época de fiestas!
Mi
depresión el domingo cuando tomé dimensión de mi lesión fue tal que lloré como
niña de 3 años. Y así fueron los días siguientes. Hoy ya es miércoles y mi
depresión está empezando a desaparecer. Lo loco fue que el esguince fue la gota
que rebalsó el vaso de las emociones. Es difícil explicar lo que nos sucede
cuando se acerca a la fecha. Hay gente que se pone nerviosa, ansiosa, otros se
emocionan, otros lo niegan o no lo dan la importancia que amerita. A mi me había
llegado el momento de disfrutarlo, y ahora esto me hizo recapitular y dar un
poco de marcha atrás en el disfrute.
Algo
cambió hoy, y por eso ya le sonrío a lo sucedido. Me dijeron que antes de
casarte el diablo mete su cola. Bueno, este caso, fue literal!!! Su cola la
puso para que me caiga y me tropiece. Soy torpe, pero tampoco era para tanto!!
Que
alguien me diga que antes de casarse no le pasó nada y no le creo. Una mini
tragedia, una complicación, un obstáculo, una falla. Algo seguro que les
sucedió. Me contaron cada cosa, que ahora estoy hasta feliz de lo que me ha
tocado. Gracias por ser un esguince y
gracias por suceder ahora y no 2 semanas antes del 3 de febrero. Ahora me
pregunto….al novio también le tocará esta tradición? Ojalá que el diablo se
apiade de nosotros y nos haga un combo 2x1, no?
Arrivederci!
No hay comentarios:
Publicar un comentario