Si
buscamos la definición de maratón en un diccionario, encontraremos que es una
prueba atlética de resistencia que consiste en correr 42 kms. Existen luego
versiones adaptadas, pero el concepto queda intacto tal como está.
Sin
embargo, México es un país que no se cansa de buscar excusas para festejar,
salir y tomar, y también existe una maratón. Tradiciones no le faltan,
conceptos históricos tampoco, y la fuerza de sus ancestros lo hace más
particular que otro lugar, pero Guadalupe-Reyes…eso si que es tener creatividad
para buscar una larga excusa para salir a chupar!!!
Desde
el 12 de diciembre (Celebración de las apariciones de Nuestra
Señora de Guadalupe) hasta el 6
de enero (Día de los Reyes Magos), la cultura mexicana forma un “maratón” de
festividades, y digamos que sería una falta de respeto no rendirle su culto,
sin importar la religión que profeses – en mi caso, como judía, sabemos que soy
una infiltrada-.
La
celebración es tan sencilla como compleja, y es una maratón tan exigente como
la prueba atlética, o mucho más. Porqué? Consiste en el simple hecho de salir,
tomar, y festejar. Pero a diario…..son 4 semanas que el cuerpo debe “festejar”.
Primero, del 16 al 24 de diciembre existen las 9 Posadas…esta explicación se
las debo, porque nadie ha podido darme una teoría coherente, ni siquiera el tan
solicitado Wikipedia, sólo saben que “Hay que salir a la peda”. Luego viene
Navidad, el día de los Santos Inocentes, Año Nuevo, y los Reyes. Todo todo todo
todo eso es la maratón de Guadalupe Reyes, sumado al ritmo de diciembre de
trabajo, cansancio del cuerpo, festejos corporativos, compra de regalos
navideños, tráfico caótico en la ciudad (ya hablamos de los estacionamientos en
forma de avenida), y un humor muy particular ya que todos estamos pensando en
el 23 de diciembre y en el exilio de la ciudad a la playa (no me envidien esa
parte…please).
Entonces,
en resumidas cuentas, diciembre es un mes muy chingón…etc etc (Uds ya saben que se puede decir así, como también
hemos aprendido que se puede decir muy
padre o poca madre – soy una
docente muy insistente, lo admito-). Pero es un mes que el hígado se pone a
prueba, y vaya prueba que tiene que superar. Deberían otorgar un premio al
hígado que presente una mejor performance, digamos un coeficiente que calcule
un índice de mayor diversión, junto con el menor daño hepático posible. Sería
el premio al Hepato-Resistence de Guadalupe Reyes, podría patentarlo y
proponerlo, no? Y hasta buscar un sponsor, que debería ser un hepatalgina, o
algo así pero de la industria farmacológica azteca. O mejor aún, se podría
hacer una campaña previa del cuidado del hígado y…bueno, si, ya se, me voy a la
M…siempre pensando por demás.
Mis
queridos lectores, los dejo con una conclusión: Diciembre es una prueba de
fuego en México para mi querido cuerpecito…si la supero victoriosamente, será porque
engañé a la virgen de Guadalupe y no leyó mi apellido en forma completa…
Arrivederci!
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