miércoles, 21 de diciembre de 2011

Guadalupe-Reyes, una Maratón particular


Si buscamos la definición de maratón en un diccionario, encontraremos que es una prueba atlética de resistencia que consiste en correr 42 kms. Existen luego versiones adaptadas, pero el concepto queda intacto tal como está.
Sin embargo, México es un país que no se cansa de buscar excusas para festejar, salir y tomar, y también existe una maratón. Tradiciones no le faltan, conceptos históricos tampoco, y la fuerza de sus ancestros lo hace más particular que otro lugar, pero Guadalupe-Reyes…eso si que es tener creatividad para buscar una larga excusa para salir a chupar!!!

Desde el 12 de diciembre (Celebración de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe) hasta el 6 de enero (Día de los Reyes Magos), la cultura mexicana forma un “maratón” de festividades, y digamos que sería una falta de respeto no rendirle su culto, sin importar la religión que profeses – en mi caso, como judía, sabemos que soy una infiltrada-.

La celebración es tan sencilla como compleja, y es una maratón tan exigente como la prueba atlética, o mucho más. Porqué? Consiste en el simple hecho de salir, tomar, y festejar. Pero a diario…..son 4 semanas que el cuerpo debe “festejar”. Primero, del 16 al 24 de diciembre existen las 9 Posadas…esta explicación se las debo, porque nadie ha podido darme una teoría coherente, ni siquiera el tan solicitado Wikipedia, sólo saben que “Hay que salir a la peda”. Luego viene Navidad, el día de los Santos Inocentes, Año Nuevo, y los Reyes. Todo todo todo todo eso es la maratón de Guadalupe Reyes, sumado al ritmo de diciembre de trabajo, cansancio del cuerpo, festejos corporativos, compra de regalos navideños, tráfico caótico en la ciudad (ya hablamos de los estacionamientos en forma de avenida), y un humor muy particular ya que todos estamos pensando en el 23 de diciembre y en el exilio de la ciudad a la playa (no me envidien esa parte…please).

Entonces, en resumidas cuentas, diciembre es un mes muy chingón…etc etc (Uds ya saben que se puede decir así, como también hemos aprendido que se puede decir muy padre o poca madre – soy una docente muy insistente, lo admito-). Pero es un mes que el hígado se pone a prueba, y vaya prueba que tiene que superar. Deberían otorgar un premio al hígado que presente una mejor performance, digamos un coeficiente que calcule un índice de mayor diversión, junto con el menor daño hepático posible. Sería el premio al Hepato-Resistence de Guadalupe Reyes, podría patentarlo y proponerlo, no? Y hasta buscar un sponsor, que debería ser un hepatalgina, o algo así pero de la industria farmacológica azteca. O mejor aún, se podría hacer una campaña previa del cuidado del hígado y…bueno, si, ya se, me voy a la M…siempre pensando por demás.

Mis queridos lectores, los dejo con una conclusión: Diciembre es una prueba de fuego en México para mi querido cuerpecito…si la supero victoriosamente, será porque engañé a la virgen de Guadalupe y no leyó mi apellido en forma completa…
Arrivederci!





lunes, 19 de diciembre de 2011

Enchilada por demás…


México es una aventura gastronómica. Más allá de las exquisiteces que pueden comerse aquí, y de los nombres bizarros de miles de platos, vegetales y salsas, este blog se lo dedico a sus chiles, un símbolo nacional, que me dieron una cordial bienvenida.

La palabra Chile en Argentina simboliza únicamente a nuestro país vecino. Nada más. En cambio en México es un protagonista que se expresa en miles de versiones, colores y sabores.

Para comenzar vale aclarar que el chile puede comerse fresco o seco. Los hay de todos los nombres: Piquín, Mirasol, Jalapeño, Serrano, Poblano, Chile de árbol, Chilaca, Güero, Pimiento morrón, Mulato, Habanero yManzano. En la cocina argentina, nos remitimos al pimiento morrón en sus 3 colores, y con eso pensamos que somos lo máximo. Pero lo máximo es poner la cucharada en la salsa equivocada, y viajar a las estrellas en un milisegundo, cuando el habanero o jalapeño era el maldito chile donde mojamos el pancito…(solo a prueba de superhéroes).

El temita aquí al principio era hacer la pregunta de rigor: Pica? Bueno, eso fue de principiante. La respuesta para cualquier persona no mexicana es afirmativa, mientras que la respuesta que vas a conseguir por cualquier mortal azteca es: “no, está suavecito”. MENTIRA!!! La regla dice que lo que está suave, pica, lo que pica…mejor no te acerques, o preparate a dejar tus intestinos en coma 4, y vaya uno a saber cuando los recuperas. Entonces -ahora que ya no me considero una amateur, sino que estoy en el camino de la licenciatura- ya no pregunto si pica…sino que pregunto qué tipo de chile es..y ahí la cuestión es prestar muuuuucha atención. Si te dicen “Habanero”, stay away, prende una sirena como si una bomba atómica estuviera a punto de estallar. Pero no estás a salvo si la respuesta es cualquier otro chile, porque en realidad, todos pican, y bastante. Solución: apenas moja el tenedor con la salsita (dije apenas, nada de empaparlo) y con la punta de la lengua saboréalo. Si sobrevives, puedes continuar, sino, es hora de tomar un vaso de limonada. Ah! Eso es otro tip. El agua y el chile es como el agua y aceite, no te calma nada, sino que lo empeora. Por eso, la limonada es el refresco a elegir, porque todo se te pasa más rápido, el incendio se apaga más rápido.

Ok. Imaginate que te cuidas con las salsas y el chile, pero eso no alcanza para cuidar tu sistema gastrointestinal. Todo pica, hasta la ensalada de frutas!


Descubrí entonces que los médicos que hacen más dinero en México no son los cirujanos plásticos. Aquí los millonarios son los gastroenterólogos, o en su defecto….proctólogos. (Todavía no entiendo como no llegó el videt con tanta sensibilidad que existe). Y si realmente tenes suerte, podes ser dueño de un laboratorio que fabrique medicamentos para la gastritis, colitis y sus allegados. Osea, no intentes ser oculista, ni otorrino, hay un solo mal acá, y lo estoy padeciendo en carne propia.

El viernes visité al doctor. Yo, calladita la boca estaba. Cuando me tocó la revisación, descubrí que soy víctima de lo que todos padecen.
No sé si reírme o llorar, porque esto es una señal que soy parte de la sociedad, pero honestamente, preferiría estar al margen. Ahora me encuentro tomando Alevian Duo (tomen nota si intentar venir a México) y lo que tengo no son kilos de más, sino inflamación. Ja! Si, inflamación….Bienvenida a México, me dijo el Doc, y yo, solo pude esbozar una sonrisa falsa…Lo único positivo de todo esto, es que no voy a sentirme fuera de las conversaciones, porque ahora puedo dar mi propio testimonio, porque acá no hay quien no hable de su inflamación, asi que lo considero como un bautismo.

Gracias Chiles, porque darme la bienvenida a Mexico. Que paradoja, no?
Bueno, acá estoy, con mi pastillita de Alevian, que tiñe mi pipi de un color fluorescente, y con una única resignación: ¿por qué no me dediqué a la gastroenterología?

Arrivederci..los espero en el próximo capítulo.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Perdida frente al volante…así comienza mi historia


Aquí estoy. Sentada frente a mi pantalla, analizando en mi cabeza cuales fueron los highlights de 1 mes en Mexico. Y si que fueron varios, pero….mi cabeza está en blanco, como la hoja de Word que estoy escribiendo.
No importa – me hablo a mi misma, cual loca de psiquiátrico – ya van a venir las memorias, vos empezá a escribir.

Así que empiezo. Hoy inauguro mi blog, mi querido blog de #ProyectoMexico, el tan anunciado topic en mi Twitter (@Jess_Stes para los que no me siguen, haganlonnnnn, si con N).

México es un país chingón. Si, chingón, la palabra más utilizada del vocabulario, junto con madre y padre. Si digo que algo está chingón, está padre, o poca madre, quiero decir exactamente lo mismo, y eso significa que algo está bueno. Me pregunto: por qué me lo hacen tan complicado? Acaso no tengo ya suficiente para aprender? Bueno, si, son varias cosas. Y por eso, me compré el GPS, que pretendo dedicarle mi primer día de blog.
El querido GPS es toda una aventura. La voz de la señora que me habla y me indica es muy particular. Confieso que he probado otras voces, pero las experiencias fueron peores. Así que no me queda otra opción que obedecer a las instrucciones de esta querida señora, que casi se ha convertido en una especie de psiconoalista, porque pasamos varios momentos juntas. Tengo un temita con el dispositivo per ser, el chupón no chupa…si, exacto, la bendita cosa trasparente que hace que el pituto se pegue al vidrio no pega. Ya intenté todo, hasta el pegamento de esos que no los sacas mas…y ahí se cae. Entonces el GPS descansa sobre mis piernas, yo lo llamo el lap-gps, y ya lo tengo patentado, no se animen a copiarme. Entonces, ahí estoy, perdida frente al volante, con cara de seguridad para disimular un poco que soy 100% extranjera, mirando hacia mis piernas a cada segundo, y escuchando las indicaciones de una señora que no conozco y debo confiar en lo que me dice. Y conste que se equivoca. El gran problema es que …no bueno, me corrijo….los grandes problemas son 2: uno es que en Mexico city hay muchas calles con el mismo nombre, se nota que los genes aztecas y mayas, genios de la matemática y astrología, no los herederon los que diagramaron las calles (sorry…sepan disculpan, esto es sin ofender). El otro gran problema es que las calles no muestran si son doble sentido, una mano, o es zona liberada. Para agregar a esto, le sumamos el tema del GPS, que es un aparato que dicta una ruta que vos le seteas. Esa ruta puede ser: las más rápida o la más fácil. Si pones la más rápida, el camino te puede llevar por la frontera con el más allá, y en lugar de convertirse en el camino más rápido, se convierte en el camino del que nunca volves. En cambio, si el camino es el más fácil, el tráfico convierte la avenida en un estacionamiento, pareciera un chiste, pero no lo es – igual, me río, Uds. también pueden hacerlo-. Entonces, del camino del GPS, esa ruta de color que ves en una pantalla, lo convierto en una aproximación y en la aventura safari de hacerle caso al 60%, y engañarlo para que rearme la ruta y evitar los estacionamientos en forma de avenida. Creo que ahora que lo pienso, me estoy abusando del pinche aparato, pero bueno, no me voy a poner a ser considerada en este momento.

Mis queridos lectores, escribiría hojas hasta competirle a la Biblia, porque ahora sí que mis memorias volvieron, y mucho, pero no quiero aburrirlos, y quiero que pregunten por mas….así que…stay tunned, porque se vienen mas historias.

Esto es solo un poquito de mi realidad (paralela). Espero la disfruten. Órale guey!