lunes, 3 de septiembre de 2012

El baño moderno


Mi ausencia durante estas semanas en mi blog me auto-exige a que el regreso tiene que ser impactante, por eso, después de meditar en un listado de temas muy variado que he recopilado de experiencias, decidí comenzar por este tema. El baño moderno.

Mi vida en estos últimos meses lejos de ser normal, se ha convertido en una lista de pendientes que en lugar de terminar, se extiende a cada segundo. La mudanza, la boda, las vacaciones, la luna de miel, los compromisos sociales, en fin, son muchas cosas al mismo tiempo. Por eso, en el mes de agosto, con mi futuro marido (sigo haciendo el ejercicio de nombrarlo así para que se me pegue la frase) decidimos tomarnos una semana de vacaciones, y antes de ello, nos fuimos un fin de semana a Acapulco.

En ambas ocasiones, fue la playa la protagonista de nuestros descansos. Y honestamente: Me encanta estar de vacaciones!!! Nada puede ser mejor, soy de esas personas que en las vacaciones me convierto en el ser mas feliz y mas alivianado del planeta. Felicidad en mi diccionario se escribe con V de Vacaciones.

Pero bueno, vamos al tema que nos compete. En Acapulco fuimos a la casa de unos amigos. El complejo estaba poca madre, y la casa, nuevita, hermosa, con todo perfecto. Lo raro era que en la habitación de visitas, donde nosotros nos quedamos, era un monoambiente, donde estaba la cama, la tele, la regadera, el lavabo y el inodoro (lo que aquí en México se llama escusado). No había paredes…me siguen? Entonces te obliga a perder todo tipo de pena, o a caminar hasta el baño de visitas para hacer pipi…ni hablar de lo otro, no? Mi problema es que mi cuerpo funciona como In-and-Out, tomo agua y al segundo tengo que hacer pipi. En la noche, mis levantadas son 2 al menos, por lo que la experiencia del baño moderno fue un acontecimiento gracioso en el fin de semana.

Lo loco de todo esto, es que luego nos fuimos de vacaciones a Playa del Carmen, a un departamento hermoso y gigante. La recámara principal estaba preciosa, pero a que no saben que? También tenía baño moderno!!! Que le costaba al arquitecto hacer una puerta ahí? Espacio sobraba!!! Lo gracioso de esta experiencia es que el baño más próximo era en la otra recámara de ese piso (porque era un depto. de 2 plantas) y el pasillo era super largo. En la noche, era un verdadero éxodo hacer esa caminata.

Mi conclusión es que el mundo se está modernizando más rápido que mi mente, y me preocupa. Siempre me consideré una persona open-minded, pero eso de sentarme en el escusado mirando a la cama, está lejos de ser una experiencia que quiero transitar. Pónganse en mi lugar por un segundo….cada noche, maldije a los arquitectos que hacían de cada necesidad fisiológica un análisis de decisión antes de pararme de la cama.

Lo bueno es que aprendí algo más: Ahora, cuando reserve departamentos, más allá de preguntar el tamaño de la cama, y como es la regadera (2 factores fundamentales en mi vida y en la felicidad de mi novio) voy a preguntar si el baño es moderno o clásico. Ojalá que esto llegue a varios arquitectos y revisen sus planos antes de su próxima construcción

Arrivederci!